Un encuentro internacional con impacto potencial
Durante la primera semana de agosto, Ginebra fue sede de un encuentro decisivo: la INC-5.2 de la ONU, una nueva ronda de negociaciones entre más de 170 países con el objetivo de avanzar en un tratado internacional jurídicamente vinculante para abordar la contaminación por plásticos.
Este proceso —que lleva varios años en marcha— busca establecer un marco global común que regule la producción, uso y gestión de plásticos en todo el mundo. Se trata de una iniciativa necesaria, urgente y compleja.
En Plasticraft, celebramos el avance de este tipo de acuerdos. Pero también creemos que lo verdaderamente urgente es avanzar hacia una visión integral que articule las múltiples iniciativas que hoy se implementan de forma aislada —en empresas, municipios, regiones o países—, unificando criterios de gestión de residuos a nivel global y promoviendo su adopción a través de la educación y la colaboración entre todos los actores.
No se trata de prohibir: se trata de transformar
En este debate se destaca que lo que se necesita no es su prohibición, sino una transformación integral en la forma en que lo diseñamos, producimos, usamos, gestionamos y reutilizamos.
Y esa transformación solo puede lograrse si se involucra activamente a todos los actores de la cadena productiva, desde los fabricantes de piezas hasta los sistemas de recuperación y reciclado.
Devolverle al plástico su lugar estratégico
El plástico es un recurso clave para múltiples industrias: automotriz, salud, agro, electrónica, entre muchas otras. Su ligereza, durabilidad y capacidad de adaptación lo hacen insustituible en cientos de aplicaciones críticas.
Sin embargo, su imagen pública ha sido dañada por la mala gestión, la desinformación y la falta de infraestructura adecuada para garantizar su circularidad.
Hoy más que nunca, es momento de devolverle al plástico su autoestima.
De reconocer su valor cuando está bien diseñado, bien aplicado y bien gestionado con el foco en cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
Eso implica:
🔹 Promover su uso responsable desde el diseño técnico.
🔹 Educar sobre su verdadero impacto y sus beneficios cuando se lo gestiona correctamente.
🔹 Incentivar prácticas industriales sostenibles.
🔹 Exigir normativas que garanticen su trazabilidad y reutilización.
El rol de la industria en esta transición
En Plasticraft, trabajamos desde hace más de 40 años fabricando piezas plásticas de alta precisión para sectores que no pueden comprometer la eficiencia ni la seguridad de sus procesos. Sabemos que el cambio no empieza con la prohibición, sino con una ingeniería enfocada en la economía circular, que combina ciencia, innovación, compromiso y responsabilidad compartida.
Creemos que el futuro será sostenible.
Y que ese futuro también depende de cómo decidamos usar los materiales que tenemos hoy.
Plasticraft
Diseño, precisión y confianza, con visión a futuro.